miércoles, 5 de noviembre de 2008

LLUVIA ÁCIDA

La lluvia ácida se forma cuando la humedad en el aire se combina con el óxido de nitrógeno y el dióxido de azufre emitidos por fábricas, centrales eléctricas y vehículos que queman carbón o productos derivados del petróleo. En interacción con el vapor de agua, estos gases forman ácido sulfúrico y ácidos nítricos. Finalmente, estas sustancias químicas caen a la tierra acompañando a las precipitaciones, constituyendo la lluvia ácida.

Los contaminantes atmosféricos primarios que dan origen a la lluvia ácida pueden recorrer grandes distancias, trasladándolos los vientos cientos o miles de kilómetros antes de precipitar en forma de rocío, lluvia, llovizna, granizo, nieve o niebla. Cuando la precipitación se produce, puede provocar importantes deterioros en el ambiente.

La lluvia normalmente presenta un Ph de aproximadamente 5.65 (ligeramente ácido) debido a la presencia del CO2 atmosférico, que forma ácido carbónico, H2CO3.

Se considera lluvia ácida si presenta un pH de menos de 5 y puede alcanzar el pH del vinagre (pH 3). Estos valores de pH se alcanzan por la presencia de ácidos como el ácido sulfúrico, H2SO4, y el ácido nítrico, HNO3. Estos ácidos se forman a partir del dióxido de azufre, SO2, y el monóxido de nitrógeno que se convierten en ácidos. Los hidrocarburos y el carbón usados como fuente de energía, en grandes cantidades, pueden también producir óxidos de azufre y nitrógeno y el dióxido de azufre emitidos por fábricas, centrales eléctricas y vehículos que queman carbón o productos derivados del petróleo. En interacción con el vapor de agua, estos gases forman ácido sulfúrico y ácidos nítricos. Finalmente, estas sustancias químicas suben a la atmósfera forman una nube y después caen a la tierra acompañando a las precipitaciones, constituyendo la lluvia ácida.

EFECTOS DE LA LLUVIA ÁCIDA

La acidificación de las aguas de lagos, ríos y mares dificulta el desarrollo de vida acuática en estas aguas aumentando en gran medida la mortandad de peces. Igualmente, afecta directamente a la vegetación, produciendo daños importantes en las zonas forestales, así como acabando con microorganismos fijadores de N.

La lluvia ácida, por su carácter corrosivo, corroe a las construcciones y las infraestructuras. Puede disolver, por ejemplo, el carbonato de calcio, Caco3, afectando de esta forma a los monumentos y edificaciones construídas con mármol o caliza.

Un efecto indirecto muy importante es que los protones, H+, procedentes de la lluvia ácida arrastran ciertos iones del suelo. Por ejemplo, cationes de hierro, calcio, aluminio, plomo, zinc. Como consecuencia se produce un empobrecimiento en ciertos nutrientes esenciales y el denominado estrés en las plantas, que las hace más vulnerables a las plagas.

Los nitratos y sulfatos, sumados a los cationes lixiviados de los suelos, contribuyen a la eutrofización de ríos y lagos, embalses y regiones costeras, deteriorando sus condiciones ambientales naturales y afectando negativamente a su aprovechamiento.

Un estudio realizado en 2005 por Vincent Gauci de Open University, sugiere que cantidades relativamente pequeñas de sulfato presentes en la lluvia ácida tienen una fuerte influencia en la reducción de gas metano producido por metanógenos en áreas pantanosas, lo cual podría tener un impacto, aunque sea leve, en el efecto invernadero.

La cantidad de sulfatos y nitratos en los suelos es acumulativo, no se resolverá en poco tiempo y contribuye esto a la acidificación de las aguas subterránea por lo que tiene una fuerte incidencia en la salud humana. El efecto directo es la observación de metales en la cadena alimenticia, provocando acumulación de Pb en los huesos, riñones e hígado. El efecto indirecto esta relacionada con desaparición de bosques y por el asentamiento de población cada vez más numerosa.



-El factor principal es que los seres humanos comen alimentos, beben agua y respiran aire que entró en contacto con la sedimentación ácida.

Estudios realizados en los Estados Unidos y Canadá reportan que existen lazos entre ese tipo de contaminación y los problemas respiratorios en estratos sensibles de la población, como los niños y los enfermos asmáticos.

La sedimentación ácida puede incrementar los niveles de metales tóxicos tales como aluminio, cobre y mercurio depositados en los abastecimientos no tratados de agua potable. Las nubes con estos ácidos pueden ser arrastradas por los vientos hasta 500 km. de distancia por día y trasladarse de esta forma de una región a otra, de un país a otro.

-Las interacciones entre los organismos vivos y la química de sus habitantes acuáticos son extremadamente complejas. Si el número de ejemplares de una especie o de un grupo de especies cambia en respuesta a la acidificación, el ecosistema de todo el cuerpo de agua puede resultar afectado por la relación presa-depredador de la red de alimentación. Según aumenta la acidez, más y más especies de plantas y animales declinan o desaparece

SOLUCIONES

Entre las medidas que se pueden tomar para reducir la emisión de los contaminantes precursores de éste problema tenemos las siguientes:

Reducir el nivel máximo de azufre en diferentes combustibles

Producir el cierre de refinerías

Impulsar el uso de gas natural en diversas industrias

Introducir el convertidor catalítico de tres vías

La conversión a gas en vehículos de empresas mercantiles y del gobierno

Ampliación del sistema de transporte eléctrico

Instalación de equipos de control en distintos establecimientos.

No agregar muchas sustancias químicas en los cultivos

Adicción de un compuesto alcalino en lagos y ríos para neutralizar el Ph

Control de las condiciones de combustión (Temperatura, oxígeno, etc.). Ahora que ya sabemos por qué la lluvia ácida es un problema, posiblemente nos preguntamos ¿qué se está haciendo para controlarla?. Las regulaciones y las nuevas tecnologías están ayudando a reducir la lluvia ácida.

Las centrales eléctricas generan la electricidad que consumimos todos los días.
Lamentablemente, estas centrales eléctricas también producen grandes cantidad de óxidos de nitrógeno y dióxido de azufre—los contaminantes que causan la lluvia ácida—al quemar combustibles fósiles, especialmente carbón, para producir energía eléctrica. El Congreso aprobó una ley llamada Enmiendas de 1990 a la Ley para el Aire Limpio, la cual dispuso que la EPA debía iniciar el Programa para la Lluvia Ácida. El programa limita, o impone un tope onal nivel de dióxido de azufre que una central eléctrica puede emitir, y les concede permisos para cubrir sus emisiones de dióxido de azufre. También reduce las tasas de emisión de óxidos de nitrógeno de las centrales eléctricas.

REDUCCIÓN DE LA CONTAMINACIÓN

Los científicos han encontrado diversas maneras de reducir el volumen de dióxido de azufre proveniente de las centrales eléctricas que queman carbón. Una opción consiste en usar carbón que contenga menos azufre. Otra posibilidad es la de “lavar” el carbón para quitarle parte del azufre. La central eléctrica también puede instalar equipos llamados torres de lavado de gases, los cuales eliminan el dióxido de azufre de los gases que salen por la chimenea. Debido a que los óxidos de nitrógeno son creados durante el proceso de combustión de carbón y otros combustibles fósiles, algunas centrales eléctricas están cambiando la manera en que queman el carbón.



Otras fuentes de energía
Una excelente manera de disminuir la lluvia ácida es generar energía eléctrica sin usar combustibles fósiles. En su lugar, la gente puede utilizar fuentes de energía renovable, tales como la energía solar y la energía eólica. Dichas fuentes de energía renovable pueden ayudar a reducir la lluvia ácida porque producen mucho menos contaminación, y pueden ser usadas para hacer funcionar maquinaria eléctrica y producir electricidad.

VEHÍCULOS MÁS LIMPIOS

Los automóviles y los camiones son fuentes importantes de los contaminantes que producen lluvia ácida. A pesar de que un automóvil por sí solo no produce mucha contaminación, son todos los vehículos que transitan por las calles, en su conjunto, los que crean un gran volúmen de contaminación. Se requiere, por lo tanto, que los fabricantes de automóviles reduzcan el nivel de óxidos de nitrógeno y otros contaminantes que emiten los vehículos nuevos. Un tipo de tecnología usado en los automóviles es la del convertidor catalítico. Ésta se ha venido usando durante los últimos veinte años para reducir el volumen de óxidos de nitrógeno que emiten los automóviles. Algunos automóviles nuevos pueden también usar combustibles más limpios, tales como el gas natural.

Los automóviles que producen menos contaminación y que son mejores para el medio ambiente se conocen generalmente como vehículos de bajas emisiones.

Las agencias gubernamentales y los científicos no son los únicos que pueden tomar medidas para controlar la lluvia ácida. Nosotros también podemos ser parte de la solución.

COMPRENSIÓN DEL PROBLEMA

El primer paso que podemos dar para ayudar a controlar la lluvia ácida es comprender tanto el problema como sus soluciones. Ahora que ya tenemos conocimientos acerca de este problema ambiental, podemos hablar del tema con otras personas. Si le contamos a nuestros compañeros de clase, a nuestros padres y a nuestros maestros lo que aprendimos, los estamos ayudando a que tener conocimientos del problema de la lluvia ácida.

AHORRO DE ELECTRICIDAD

Como la generación de energía eléctrica produce grandes cantidades de los contaminantes que causan la lluvia ácida, una medida importante que podemos tomar es la de ahorrar electricidad. Podemos hacerlo de varias maneras:

Apagar las luces, computadoras, aparatos de televisión, juegos de video y otros equipos eléctricos cuando no los estés usando.


· Recomendar a nuestros padres que compren equipo que consuma menos electricidad, incluído el alumbrado, el aire acondicionado, los calentadores, heladeras y lavarropas. Estos equipos podrían tener el rótulo que dice "Energ Star" (estrella que garantiza un consumo más eficiente de electricidad).


Tratar de limitar el uso del aire acondicionado.


Pedir en nuestras casas que ajusten el termostato (el dispositivo que sirve para controlar la temperatura de la casa) cuando salimos de vacaciones.